Obesidad y sobrepeso: foco de investigación de científicos de la UNSL


Obesidad y sobrepeso: foco de investigación de científicos de la UNSL

“La Obesidad, una mirada transdisciplinaria”, es un proyecto de investigación de la Facultad de Ciencias de la Salud (FCS) cuyo campo de estudio son los habitantes de la ciudad de La Punta. Cuenta con el apoyo del Hospital y el Concejo Deliberante de esa ciudad. Su directora, la Lic. Silvia Vega, profesional en el campo de nutrición, explica los alcances del estudio.

El proyecto surgió después del relevamiento de las estadísticas disponibles en el hospital y que mostraban un alto porcentaje de personas con sobrepeso y obesidad en la ciudad, datos que incluían también a menores de edad. Otra causa fue que los pacientes con tales patologías no acudían al nutricionista cuando tenían la derivación.

A través de convocatorias abiertas, el programa se dirige a personas entre 20 y 45 años. El trabajo con los pacientes es de seis (6) meses y se admiten hasta 50 personas. El grupo es supervisado por un equipo de trabajo constituido por médicos, nutricionistas, psicólogos, ecógrafos, profesores de educación física y asistentes sociales, que realizan un seguimiento grupal e individual.

Quienes ingresan al proyecto se les hace un cuestionario para detectar los factores de riesgos, los malos hábitos que deben cambiar. Esos factores consisten, generalmente, en: no desayunar, saltear comidas, repetir porciones, bajo consumo de lácteos, verduras y frutas, entre otros. Para lograr cambiar esos hábitos, el programa cuenta con tópicos a seguir como son: la educación alimentaria, la actividad física y la contención grupal.

La educación alimentaria tiene como finalidad que los integrantes logren hábitos saludables y sustentables. Para lograr este fin, la primera medida que toma el equipo es el ordenamiento de las comidas en cuanto a cantidad y calidad, con un correspondiente plan alimentario que sirve de guía. El control de plan se realiza semanalmente mediante consultas individuales.

En cuanto al segundo tópico, la educación alimentaria, los pacientes asisten a talleres que dicta el proyecto, que consisten en charlas abiertas a toda la comunidad. De esa forma se quiere lograr un efecto dominó, para que llegue a más personas. La experta destacó a la actividad física como un aspecto fundamental para lograr transformaciones.

Silvia Vega recalcó el trabajo en grupo y destacó que “ha sido de mucha ayuda porque los pacientes se sienten contenidos y eso ha permitido que la tasa de abandono sea cada vez menor”. Así, después de los seis (6) meses de actividades, han observado en las distintas cohortes buenos resultados. Para la investigadora, la transdisciplinariedad del proyecto permite que lo científico pueda articularse con lo social.

El proyecto, que ya transita su tercera cohorte, fue declarado de interés municipal por el Concejo Deliberante de La Punta y de interés provincial. El equipo de trabajo espera que la  iniciativa se traslade a otros hospitales y centros de atención primaria de la provincia. Consideran que en San Luis hay profesionales que pueden realizar este tipo de tareas.

Sobre obesidad y sobrepeso

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define al sobrepeso y a la obesidad como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. De acuerdo a datos de la OMS, en el año 2014 había más de 1900 millones de adultos de 18 o más años que tenían sobrepeso, de los cuales, más de 600 millones eran obesos.

La diferencia entre sobrepeso y obesidad está determinada por el Índice de Masa Corporal (IMC), un indicador que relaciona el peso y la estatura. Se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su altura en metros (kg/m2). En el caso de los adultos, se tiene sobrepeso cuando el IMC es igual o superior a 25, y obesidad cuando el IMC es igual o superior a 30.

La causa fundamental de ambas patologías es un desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas. La OMS consideró que esa causa se debe, a nivel mundial, a un aumento en la ingesta de alimentos de alto contenido calórico ricos en grasa, y un descenso en la actividad física como resultado de una vida más sedentaria de muchas formas de trabajo, los modos de transporte y la urbanización.

El sobrepeso o la obesidad pueden tener consecuencias en la salud. Un IMC elevado es un factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares –cardiopatías o accidentes cerebrovasculares –, diabetes, trastornos en el aparato locomotor como la osteoartritis, una enfermedad degenerativa de las articulaciones, hasta algunos cánceres –mama, ovarios, próstata, hígado, vesícula biliar, riñones y colon.

Fotos: gentileza Lic. Silvia Vega, directora del proyecto

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