«Tenemos puesta la camiseta de la Universidad porque sabemos que estamos acá para hacerla un mejor lugar»


«Tenemos puesta la camiseta de la Universidad porque sabemos que estamos acá para hacerla un mejor lugar»

El C.P.N. Víctor Moriñigo dialogó con Prensa Institucional de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) sobre las expectativas y desafíos de asumir su segunda gestión como Rector. El próximo sábado 17 de septiembre a las 10:00 horas se realizará el acto de asunción de autoridades 2022-2025.

¿Qué balance puede realizar sobre su primera gestión?

Hay una doble sensación: de continuidad y de renovación. De continuidad porque yo me siento el mismo, aunque distinto. La mayor parte del equipo continúa y somos la misma fórmula; por eso es inevitable hablar de una continuidad de tres (3) años, que se convierten a seis (6). Pero también es una renovación, porque no somos los mismos como país ni como mundo después de la pandemia que nos atravesó y nos interpeló.

Han cambiado las formas de ver las cosas y las agendas; incluso nos dimos cuenta que lo que antes creíamos que era importante no lo era. Creíamos que las cosas que teníamos valían, pero nos dimos cuenta de que si no teníamos salud, no valían nada. Este virus nos atravesó y puso a la educación en crisis. Por eso es una continuidad y una renovación de expectativas.

¿Cuáles fueron los desafíos de su rol como Rector?

Conducir una Universidad es muy difícil. Muy pocas personas en la comunidad saben que tenemos un co-gobierno y un gobierno colegiado. A la UNSL no la conduce el Rector, sino los miembros del Consejo Superior, donde el Rector tiene un solo voto, solo preside ese órgano y puede tener otro voto más en caso de empate.

Como estamos acostumbrados a modelos presidencialistas, uno entiende que el ejecutivo está ahí, pero en la Universidad no es así. Nosotros tenemos en el Consejo Superior casi una conjunción de poderes, donde legislan, llevan adelante ciertas políticas y está establecido lo que cada miembro de la Universidad puede hacer y lo que no. Si bien sucede todo eso, hay que generar los consensos, las discusiones, los debates, las mayorías y minorías ante cada tema que ha ido solucionando la Universidad en estos años.

En este sentido, han sido temas complicados. Cerrar la Universidad fue algo muy doloroso, pero necesario. Regresar a la presencialidad también, hacer venir al personal sabiendo que ponían en riesgo su vida, como fue el caso de vigilancia, DOSPU, Prensa, entre otros. Han sido todas decisiones que recaen en uno.

Lo más difícil cuando uno representa a una Universidad de 83 años, que el año que viene cumple 50 como UNSL, es entender que uno se debe despojar de lo que cree; porque uno cuando habla, lo hace en representación de una Institución muy prestigiosa, eso es muy difícil. Por ahí uno debe morderse la lengua y no decir todo lo que piensa, o debe representar vivencias o cuestiones que tienen que estar a la altura de una Institución tan señera en la Provincia. Entonces esa representación es una responsabilidad y un honor muy importante.

Muchas veces uno no debe olvidarse que es una figura pública que representa a una Institución que fue forjada por grandes hombres como Mauricio López y Alberto Puchmüller.

¿Cómo ve a la Universidad actualmente?

Creo que la UNSL ha tenido una reconciliación con la comunidad, que la pandemia nos ha servido paradójicamente para eso. Ojalá que en los libros de historia cuando nos dediquen un tiempo en estos seis (6) años se comente eso, que en esta gestión atravesada por la pandemia y en un país que no acompaña generalmente con la cuestión económica, fuimos una Universidad que se abrió a la comunidad, que la comunidad pudo venir y saber que sus impuestos son bien administrados para que la cuestión científica y académica se involucre.

Creo que nos quedan tres (3) años muy fructíferos para hacer eso. Hay una empatía institucional que ya podemos comunicarnos con todos.

¿Cuáles son las acciones que destaca de las secretaría de su gestión?

De la Subsecretaría de Acreditación y Desarrollo Institucional puedo contarles que hay en proceso de acreditación de diez (10) carreras, pero se acreditaron durante este proceso 22. En Posgrado hay en proceso de acreditación 24 y ya se han acreditado 58. Creo que gracias a la Subsecretaría y al personal involucrado en esto, hemos dado un gran paso en la sistematización de la información. Además destaco el brillante trabajo en el proceso de autoevaluación, que nos llevará a una evaluación institucional en el segundo semestre.

Con respecto al Posgrado se han dictado en estos tres (3) años 400 programas y cursos de posgrado. La UNSL tiene 2.800 estudiantes de posgrado y casi 5.500 se pueden medir en el sistema SIU, cosa que no era común en la Universidad. Pasamos de 47 carreras a 56 y tenemos tres (3) más en proceso, una de ellas votada en la anteúltima sesión del Consejo Superior, el Doctorado en Ingeniería Electrónica.

Al mismo tiempo, desde la Saebu la Universidad le da alojamiento a 35 estudiantes. Tenemos 6.600 personas registradas que han hecho deporte en estos años, esto es casi un tercio del estudiantado de la UNSL. Además contamos con 6.000 becados con beneficios de Nación. Las becas con nuestro propio presupuesto llegan a 800, esas incluyen las de comedor, ayuda económica, transporte, más conectados, etc.

Junto a esto, nuestros comedores son insignias de administración pública. En el año 2019 se dieron 280.000 comidas en un año, el número bajó a casi 25.000 por la pandemia. El año pasado se volvió a 87.000 y hoy, en el primer servicio tenemos un ritmo de casi 90.000 comidas. Actualmente se brindan 2.100 comidas en el almuerzo y casi 1.000 de noche, servicio que se recuperó por pedido de estudiantes. De estos números, solo 500 son becados, entonces al comedor le resulta el aporte monetario de quienes comen, que es un círculo que se va retroalimentando.

Desde la Secretaría de Extensión Universitaria destaco la creación por parte del Consejo Superior de capacitaciones en diplomaturas, que la UNSL no tenía. Las mismas han sido una potente herramienta de articulación, de extensión y llegar a personas que no entraban en una lógica de carreras de grado. Hay ocho (8) diplomaturas y otras más que se están trabajando. Se realizaron 54 proyectos de extensión en 2019, 44 en 2020 y 58 en 2022, teniendo el 2021 con el tema pandemia/pospandemia que debimos reconducir. En los tres (3) años hemos gestionado 244 proyectos.

Por parte de la Secretaría de Relaciones Interinstitucionales participamos del Encuentro ENLACES, de la que la UNSL será sede de la III Conferencia del Espacio en 2024 por tener la presidencia del organismo, también tenemos la presidencia de CRISCOS, donde estará el plenario en San Luis a fin de este mes. También participamos del Consejo Consultivo de la AUGM, que genera las políticas de la prestigiosa Institución. Como Universidad tenemos nombre propio, pero hemos generado vínculos que repercuten en temas de investigación, financiamiento, relacionamiento docente, a nivel de ciencia, tecnología y sociedad. Se viene una internacionalización de la investigación y el desarrollo tecnológico que nos dará muchas oportunidades.

Con respecto a la Secretaría de Hacienda, Administración e Infraestructura, desde el 2019 se gestionó la dirección de contrataciones y han pasado 385 millones de pesos, gestionados por compras de la Universidad, lo que hace que el proceso sea completamente legal y transparente. Se han firmado 594 procedimientos, hay 900 órdenes de compras y 2.183 decretos firmados junto a la Secretaría. Además destaco la gran cantidad de obras que se realizaron, a pesar de estar en pandemia y con dos (2) años sin presupuesto. Algunas de estas obras icónicas, como la construcción de la Facultad de Ciencias de la Salud (FCS) y del Instituto de Física Aplicada (INFAP).

Por parte de la Secretaría Académica se han aplicado para NEXOS 1 y 2, Sigamos Estudiando, capacitaciones, bibliotecas virtuales, entre otras. Además se han realizado convenios, se han creado programas, se han gestionado distintas plataformas digitales como la del sistema de bibliotecas.

Otros logros tienen que ver con el relacionamiento con CONICET que venía tan difícil para la Universidad por parte de la Secretaría de Ciencia y Tecnología; los premios en argentina contra el hambre, del equipamiento de pastillas de jabón, el proyecto de naciones unidas, el programa PROCER, Universidad y Municipios, del vicerrectorado y la secretaría de Vinculación Tecnológica y Social. Junto a esto, la eficiente comunicación en el tema redes y nuestro sitio web que ha sido un trabajo destacado de la Secretaría de Comunicación Institucional.

Finalmente, el trabajo de la Secretaría General con la creación de coberturas de vacantes, del protocolo institucional contra la violencia laboral, la nueva estructura de la Universidad, la ordenanza de retiro voluntario (que ha superado los diez (10) agentes que se acogieron a este sistema) y el haber hecho historia con SUDOCU, en función de la despapelización de la UNSL.

¿Qué expectativas tiene con respecto a los próximos años de gestión con su equipo?

En la gestión pública cuando uno hace lo que debe, la gente piensa que es lo correcto, y cuando hace lo que no debe, la gente con buen tino, critica. Creo que hemos hecho lo que se debe y eso puede verse en las últimas elecciones donde sacamos el 78% de los votos positivos, si bien fuimos única fórmula. Estoy muy contento y esperanzado de lo que se viene.

Es muy importante tener un equipo de trabajo, donde yo soy uno más, que tiene el poder de decisión final, pero hay una articulación muy importante. Cada funcionario/a que termina su gestión conmigo ha dejado de lado su vida y entiende que es un engranaje perfecto de todo lo que hace a la Universidad, tanto los funcionarios/as como los/as decanos/as.

¿Qué desafíos ve en su próxima gestión?

Con respecto a lo que se viene, creo que el 2023 será difícil porque es un año de elecciones municipales, provinciales y nacionales, donde ojalá la Universidad no se inmiscuya en los procesos electorales que no le corresponden. Sin embargo, como la UNSL tiene vida política, estará en la discusión de los temas que duelen y además estará para dar una mirada académica o científica de los mismos. La Universidad siempre debe brindar respuestas y estar a la orden de lo que corresponda, colaborar para que las personas tengan un mejor vivir y un mejor pasar.

¿Qué le diría a la comunidad universitaria sobre los próximos años?

A la comunidad universitaria le diría que se ponga orgullosa de la Universidad que tenemos, que muchos/as lo están y la defienden todos los días. La UNSL es una Universidad muy bien vista por los demás, tanto en el país como en otros países del mundo. Como nadie es profeta en su tierra a veces no valoramos lo que tenemos, desde lo edilicio, desde el prestigio, de las carreras que tenemos, los/as nodocentes que tenemos y que le ponen el alma a la Universidad.

Estamos bien administrados, tenemos una austeridad envidiable en muchos casos. Les diría también que participen, que es una posibilidad importante, porque a este co-gobierno que nos regaló la reforma de 1918 debemos usarlo bien, vivir la vida democrática y cívica de ser universitario y plantear lo que debe mejorarse, participando de todos los organismos que tiene la Universidad, desde las Comisiones de Carrera, el Consejo Superior. Acá es bienvenido el consenso y también el disenso previo, para que seamos mejores. Ojalá que haya mucha y mejor participación.

Desde lo personal… ¿Cómo vive estos días previos a la asunción?

Soy de esas personas que le da para adelante y los que sufren todo lo que hago son los que están en casa, que deben administrar mi ausencia. Eso es bien difícil y doloroso. Pero se naturaliza en casa, sabiendo que como nunca estoy, alguien toma ese lugar, que en el 90% del tiempo es mi esposa y también están las abuelas salvadoras.

Eso no es cómodo, porque los chicos se acostumbran a una manera en la que el papá está con el teléfono o no está. Sin embargo, estoy muy contento de vivir estos últimos tres (3) años en gestión universitaria, porque creo que así corresponde, que lleguen personas más jóvenes con otras ideas, impulsos y estilos.

Yo no me preparo de una manera especial, mi familia se ha preparado desde que se han enterado que íbamos a estar tres (3) años más. Creo que ellos entienden que uno tiene la impronta de hacer cosas todo el tiempo. Ellos quieren mucho a la Universidad, mi señora trabaja acá, mis hijos van a la escuela de la Universidad, se respira universidad todo el día, desde subir al auto y prender la radio de la Institución y así, todo el tiempo. Tenemos puesta la camiseta de la Universidad, porque sabemos que estamos acá para hacerla un mejor lugar.

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